Cuando tomamos las llaves de nuestro nuevo carro, es imposible no imaginar la libertad que nos espera: nuevas rutas por descubrir y destinos por explorar. Pero, con esa emoción, también asumimos una gran responsabilidad, por lo tanto, es crucial adquirir habilidades básicas de mecánica para estar preparados ante emergencias, lo que nos permitirá identificar problemas y sus causas, como un cambio de aceite o un sobrecalentamiento inesperado.
Antes de empezar, queremos aclarar que después de leer este blog no te convertirás en un experto en el tema, nuestro objetivo es brindarte conocimientos primarios que podrán ayudarte a tener una mejor comprensión y control de la situación.
Sistema eléctrico
¿Cómo funciona? Mediante una batería que proporciona energía inicial, un alternador que la recarga y un sistema de cableado que distribuye electricidad al resto del vehículo, tiene una relación directa con la ventilación, el sistema de iluminación, los frenos, el sistema de arranque y encendido, entre otros.
Los signos más comunes de una falla eléctrica son los siguientes:
- Los faros o luces no funcionan bien.
- Fusibles que se queman con frecuencia.
- Olor a plástico quemado.
- Dificultad para arrancar.
- La batería se descarga constantemente.
- Problemas con el sistema de audio o ventanas.
Si notas alguna alerta, se recomienda llevar el automóvil al taller más cercano para una revisión profesional. Presta especial atención al cuidado del sistema eléctrico, evita lavar el motor con la manguera permitiendo que el agua escurra en esta sección, en su lugar utiliza paños de microfibra y desengrasantes diseñados especialmente para ello.
El motor
Se compone de varias partes, como la culata, los pistones, las bielas, el cigüeñal, válvulas, entre otros y cada uno juega un papel importante por, eso debes estar pendiente de fallos, estas son algunas señales para identificarlos fácilmente:
- Luces que se mantienen encendidas más tiempo de lo normal en el tablero.
- Movimientos irregulares.
- Ruidos extraños.
- Olor a goma quemada.
- Humo del escape.
El mejor consejo para prolongar su buen estado es usar un aceite de calidad y hacer el respectivo cambio, lo recomendable es cada 3,000 o 4,000 kilómetros.
Por otro lado, si consideras que ya es necesario cambiar de vehículo, te sugerimos el préstamo BP Auto (redirigir a página principal) de Banpaís, que te ofrece plazos flexibles, débitos automáticos, trámite fácil y rápido, entre otros beneficios.
Cambio y revisión de líquidos
Es importante saber cómo revisar y reponer los fluidos, como el aceite del motor, el líquido de frenos, el anticongelante, y el líquido de la dirección hidráulica. Mantener estos niveles adecuados asegura el buen funcionamiento.
Neumáticos
Las llantas dirigen, frenan, aceleran y dan estabilidad, permitiendo que conduzcas de manera segura en diferentes condiciones, por este motivo es esencial que mantengas una presión de inflado adecuado y las rotes con regularidad para asegurar un desgaste uniforme.
Sigue estos consejos para alargar su vida útil:
- Evita frenar bruscamente, acelerar de forma agresiva y girar en exceso.
- No excedas la capacidad de carga.
- Haz el alineamiento y balanceo con regularidad.
- Revisa que no tengan cortes, grietas o protuberancias.
- Elude la exposición prolongada al sol y calor.
El tiempo y la experiencia te irán enseñando más sobre tu carro, recuerda hacer las revisiones correspondientes y no esperes a que “se solucione solo” para acudir con un profesional.