La apariencia de los carros de tu empresa es de suma importancia para demostrar un aspecto confiable y profesional hacia tus clientes. Por eso, es fundamental que laves las unidades con frecuencia para evitar que factores contaminantes como el polvo o los desechos de los animales dañen la pintura.
A continuación, te compartimos algunos consejos esenciales que te ayudarán a mantener los vehículos de tu empresa impecables. ¡Toma nota!
Primero que nada, es esencial que estaciones el carro que vayas a lavar en un sitio techado, ¿la razón? Las altas temperaturas suelen secar más rápido los productos que apliques como el champú o el abrillantador de pintura, por ejemplo. Esto ocasiona que las propiedades de los componentes se alteren y sequen, lo que impide su correcto actuar e incluso, genera manchas en la superficie difíciles de retirar.
Por otra parte, el impacto del agua fría cuando los cristales se encuentran calientes podría estallarlos, ¿lo sabías?
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¡Manos a la obra! Al comenzar a lavar alguna de tus unidades, ten siempre a la mano dos cubetas: una con agua y champú o el limpiador que utilices y la otra únicamente con agua.
Sumerge la esponja o el trapo que usarás en la cubeta con jabón, lava tu carro y al terminar enjuágala en el recipiente de agua limpia para que toda la suciedad quede en ese sitio. De esta manera evitarás que los pequeños residuos rayen la pintura de tu vehículo.
Cuando sea el momento de secar tu carro evita utilizar cualquier tipo de trapo como el trapeador o una camiseta antigua, por ejemplo. La mejor opción es utilizar materiales de microfibra que gracias a sus propiedades no dejan pelusa, son más absorbentes, retiran toda la suciedad y no rayan la pintura de los vehículos de tu empresa.
Si deseas brindarle un brillo extra a tu auto y proteger la pintura de la suciedad, ¡utiliza una cera en crema! Te recomendamos aplicarla cada tres meses. Para lograr un acabado profesional seca muy bien tu carro después de lavarlo, toma un poco de producto con ayuda de una esponja y aplícalo sobre la superficie con movimientos circulares.
Al finalizar, usa una toalla de microfibra para eliminar los residuos del producto. ¡Evita el contacto con las piezas de plástico! Estas se pueden manchar y opacar.
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Sin importar que utilices un vehículo o no, es necesario que los laves al menos cada 15 días para cuidar la pintura de factores como el polvo, la humedad o los desechos de las aves, por ejemplo. Aunque este tiempo puede ser menor en caso de que circules con frecuencia por terracería, llueva o tu unidad sea de un color que tienda a ensuciarse con mayor facilidad como el blanco o el negro.
Incluso, si piensas adquirir vehículos nuevos para tu flotilla, les debes de dar el mismo cuidado tomando en cuenta las recomendaciones que te compartimos. Con esto, te asegurarás de brindar una excelente imagen de tu empresa profesional.
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