La iluminación de tu auto es un elemento clave para la conducción, sobre todo, durante la noche, ya que permite que veas obstáculos, a otros conductores o peatones y que también seas visible para ellos.
Si tus luces se averían o no cumplen correctamente con su función, es posible que tu seguridad esté en riesgo. Por ello, a continuación, te compartimos la importancia de conducir con el sistema de iluminación en perfectas condiciones.
Mejora la visibilidad en la carretera
Al circular de noche en zonas montañosas, carreteras poco iluminadas, con neblina o lluvia, la visibilidad suele ser más reducida y, por lo tanto, es más complicado maniobrar tu carro. De hecho, la academia de manejo estadounidense E Permit Test, señala que las decisiones que tomas al conducir se basan en lo que puedes observar a tu alrededor.
Por eso, es esencial que mantengas las luces de tu vehículo en perfecto estado, tanto las bajas como las altas y los faros antiniebla que en algunos modelos suelen estar instalados en el bumper delantero. En caso de las neblineras traseras, todos los carros las incorporan y son de uso obligatorio para circular en carretera.
Evita infracciones
Asegurarse de que todo el sistema de luces de tu carro incluyendo las intermitentes, las de freno, las luces altas y las bajas estén funcionando correctamente es esencial para evitar infracciones o accidentes viales.
Según la Ley de Tránsito de Honduras se considera una falta grave conducir tu vehículo sin las luces reglamentarias. Inclusive, las autoridades correspondientes podrán sancionarte con una infracción de 600 lempiras.
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Serás visible para otros conductores
La oscuridad reduce en gran medida la distancia en la que otros conductores pueden verte y reaccionar ante cualquier movimiento repentino que realices. Por eso, no te arriesgues y asegúrate de que tu sistema de iluminación esté funcionando correctamente.
De esta manera, evitarás percances con otros automóviles e incluso con peatones que no te vean al momento de cruzar la calle.
Como dato adicional, te recomendamos que al cambiar una bombilla lo hagas siempre en pares y esto aplica tanto para las luces traseras como para las delanteras. La razón es para evitar que a los pocos días de reemplazar un foco tengas que instalar el otro. ¡Ahorra tiempo!
Según el diario digital La Vanguardia, se recomienda cambiar las luces de tu vehículo cada 50.000 kilómetros o cada dos años. Aunque funcionen correctamente suelen perder hasta un 30 % de su luminosidad.
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Las altas temperaturas o las lluvias causan más daño a las luces de tu carro porque esto provoca mayor humedad y vapor, lo que afecta la vida útil de los bombillos. Por ello, te recomendamos mantener al día los servicios de tu carro.
Si tu carro ha presentado problemas regulares en el sistema de iluminación, considera reemplazarlo por uno en mejores condiciones. ¡No esperes más! Con BP Auto encontrarás la mejor opción en financiamiento de vehículos. Haz clic en la imagen de abajo y solicita tu crédito.