Sabemos que la mudanza es un proceso que implica mucho tiempo y sobre todo, esfuerzo. En muchas ocasiones, puede llegar a ser muy complicado y estresante, sobre todo para los más pequeños de la casa porque supone cambios significativos.
Sin embargo, existen algunos consejos que te ayudarán a cambiarte de vivienda de una manera divertida y menos abrumadora para tus hijos. ¿Quieres conocerlos? Te los compartimos a continuación, ¡sigue leyendo!
Sin importar la edad, es esencial que hables con tus hijos sobre la mudanza para calmar sus temores o preocupaciones. Si es posible, lleva a tus pequeños a conocer la casa nueva, explícales que se van a trasladar pronto y pregúntales cómo les gustaría decorar su nueva habitación.
Esto hará que al llegar a la vivienda nueva el cambio no sea demasiado drástico y se puedan adaptar de una manera más rápida al nuevo ambiente.
Si decides reemplazar los muebles de su habitación anterior, es posible que confundas o incomodes a tus pequeños porque provocarás un cambio de hábitos a los que ya estaban acostumbrados.
Por ello, te recomendamos que al inicio conserves todos sus objetos incluyendo la cama, las mesas y la ropa de cama. Con esto lograrás que se familiaricen con la nueva vivienda y el proceso de adaptación no sea interrumpido. ¿Tus hijos duermen siempre con un peluche? ¡Mantenlos a salvo! Asegúrate que estén junto a él todas las noches.
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La mejor manera de evitar que tus hijos se sientan aislados en el proceso de mudanza es involucrarlos. En caso de que tengan la edad suficiente para seguir tus instrucciones, pídeles que organicen sus juguetes y ropa en cajas. Pero si son muy pequeños, ponlos a colorear las cajas o pegar stickers.
La idea es mantenerlos activos con distintas tareas divertidas para que sepan lo que está ocurriendo.
Al mudarse es esencial que la nueva vivienda les brinde confianza y seguridad a tus pequeños lo antes posible para que no se sientan abrumados. Por esta razón, te recomendamos invitar a tus seres queridos a comer o pasar un momento agradable con el objetivo de que tus hijos vean caras familiares y tengan una sensación de tranquilidad.
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Es probable que uno de los miedos más grandes sea perder el contacto con sus amigos del colegio o los pequeños vecinos con los que solían jugar. La idea de relacionarse con personas nuevas puede ser un tema agobiante, así que ¡apóyalos!
Nuestra recomendación es que salgas con tus hijos al parque cercano de tu nueva casa o apartamento. Invita a sus nuevos compañeros a casa a jugar o inscribelos a cursos como deportes nuevos, pintura o aprender algún otro idioma, por ejemplo.
En este tipo de procesos los niños suelen centrarse más en lo que están perdiendo como amigos, profesores o su habitación que en lo que van a ganar al cambiarse de casa o apartamento. Por eso, es clave que los involucres y apoyes en todo momento, es decir, desde que compras la nueva propiedad hasta el momento de la mudanza.
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