Es probable que en más de una ocasión hayas visto varios vehículos con las siglas AWD, 4WD o 4X4, pero ¿sabes qué significan? Se trata del tipo de tracción que incorpora cada modelo.
Cuando hablamos de tracción, nos referimos a un proceso mecánico que se encarga de suministrar la fuerza necesaria al eje delantero, trasero o ambos para que las llantas se movilicen. Para elegir el vehículo ideal según su tracción, primero debes pensar en tus necesidades, por eso te compartimos las diferencias de cada una. ¡Sigue leyendo!
Por sus siglas, All Wheel Drive o también conocida como tracción a las cuatro ruedas permanente, se encarga de proporcionar la misma fuerza a todos los neumáticos de manera automática. Con la ayuda de sensores, tu carro tendrá mejor adherencia a las superficies para brindarte mayor seguridad y estabilidad.
Este tipo de tracción es ideal para conducir en carreteras mojadas o en caminos de terracería. Sin embargo, es importante mencionar que debido a la mayor cantidad de piezas en el motor en comparación con las otras tracciones, el consumo de combustible suele ser más alto.
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Este sistema es bastante similar al anterior porque brinda fuerza a las cuatro llantas, pero la diferencia radica en que en esta ocasión tú podrás elegir cuándo y cómo usar la tracción. Encontrarás las siguientes siglas en tu vehículo:
2H: activarás la tracción en un eje (2 ruedas) a una velocidad promedio. Es ideal para usarla en la ciudad o en recorridos sobre calles sin mayores irregularidades.
4H: podrás usar la tracción en las 4 llantas en una velocidad de moderada a alta. Por lo general, se utiliza en calles de terracería o mojadas para tener una mejor adherencia.
4L: la tracción se activa en los 4 neumáticos, pero únicamente la podrás usar cuando circules a baja velocidad. Es perfecta para situaciones en donde requieras más potencia como subir pendientes o salir del lodo o barro.
Es la tracción que se encarga de brindar toda la potencia a los neumáticos traseros. Con esto, tu carro tendrá mayor estabilidad porque se distribuye mejor el peso hacia atrás, permitiendo que el eje delantero esté más liviano.
Este sistema lo encontrarás sobre todo en autos de alto rendimiento como las camionetas SUV o los pickups y es ideal para conquistar cualquier tipo de terreno.
Es la tracción más común en los vehículos convencionales y consiste en que el motor suministra la fuerza solo a las llantas delanteras. El eje frontal es el encargado de movilizar tu vehículo, ya sea para girar o frenar.
Por lo general, esta modalidad la incorporan vehículos tipo hatchback o sedán y es idónea para circular en la ciudad.
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Es la tracción más conocida en los vehículos todoterreno. La que hace que la potencia del motor se reparta en proporciones iguales entre el eje delantero y trasero de tu carro, sin embargo, no es recomendable manejar en este mecanismo todo el tiempo porque forzarás el motor. Por esta razón, encontrarás diferentes modalidades: 4H, 4L Y 2H.
La verdad es que no existe un sistema de tracción mejor que otro, pues cada modalidad se acomoda a las necesidades de cada conductor. Por esta razón, es importante que definas dónde y cómo usarás tu carro antes de comprarlo. Así que con esta información podrás tomar una decisión más acertada.
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