El cansancio es uno de los enemigos más mortales al conducir. La razón es porque es el causante de muchos accidentes debido a que provoca alteración en la concentración. Ten en cuenta que en viajes en carretera este riesgo de fatiga suele ser aún mayor debido a las distancias largas que debes recorrer.
Por ello, es necesario que descanses lo suficiente y tomes en cuenta los consejos que te compartimos a continuación para que tus travesías sean tan seguras como placenteras. ¡Sigue leyendo!
Tomar agua con frecuencia te ayudará a aliviar la fatiga, prevenir dolores de cabeza y mejorar la memoria, según la Fundación Aquae de España. Por ello, recomendamos llevar contigo al menos una botella de agua y beber regularmente, incluso si no tienes una sensación de sed inmediata. Además, debes evitar a toda costa consumir bebidas con cafeína o muy azucaradas, ya que estas suelen provocar deshidratación.
Un entorno adecuado será tu gran aliado para mantener la energía y concentración al máximo. Desde la selección de la playlist para el viaje hasta la temperatura interior del carro, todo influye en tu estado de ánimo y alerta. Así que elige esas canciones favoritas que te motivan y regula el aire acondicionado o calefacción del vehículo para que te sientas cómodo.
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Es esencial que evites recorrer grandes distancias sin detenerte, ¡es muy agotador! Nuestra recomendación es que tomes al menos 15 minutos de descanso cada dos horas de viaje. Aprovecha este tiempo para estirarte, caminar un poco, comer algo ligero o usar el sanitario. No olvides que estas pausas son vitales para cuidar tu seguridad y la de tus seres queridos que te acompañan.
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Según el manual de educación vial de la Organización Panamericana de la Salud, es necesario conducir en una posición cómoda y sin forzar la postura para evitar la fatiga. Al adaptar el asiento de tu vehículo, debes asegurarte que tanto tus brazos como tus piernas estén ligeramente flexionadas.
Por otra parte, tu espalda tiene que estar firme contra el respaldo, ya que brindará mayor firmeza, soporte y estabilidad. Con esto, no solo disminuyes la tensión de tu cuerpo, sino que también mejoras la precisión de tus movimientos durante la conducción.
Los viajes largos no tienen por qué ser una experiencia abrumadora y agotadora. Con estas sencillas recomendaciones y con un carro en excelentes condiciones, podrás disfrutar cada una de tus travesías sin poner en riesgo tu bienestar y seguridad. ¡Qué cada kilómetro que recorras sea una gran anécdota para contar!
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