¿Recuerdas cómo años atrás movías el timón de tu bicicleta o monopatín para girar a la dirección que deseabas? La misma dinámica sucede con el sistema de dirección de un vehículo. La única diferencia es que involucra más componentes como el volante, la barra de dirección, la caja de dirección y las terminales de dirección.
Este conjunto de elementos tiene como objetivo orientar los neumáticos delanteros para que el auto gire sin mayor esfuerzo. Sin embargo, en caso de sufrir una avería, la estabilidad de tu carro se vería comprometida porque carecerá de precisión, seguridad y movilidad. Por ello, existen ciertas revisiones periódicas que debes tomar en cuenta para evitar que este sistema se dañe y, por ende, que interrumpa tu conducción. ¡Toma nota!
La dirección asistida con sistema hidráulico es esencial para que tengas mayor facilidad al girar el volante y decidir hacia dónde orientar tu carro de manera rápida y segura. Sin la lubricación correcta, no podrás maniobrar el timón con comodidad y la bomba de dirección podría dañarse.
Nuestra recomendación es que cambies el líquido de dirección hidráulica cada 100,000 kilómetros recorridos, a menos que el manual del fabricante diga lo contrario.
Las rótulas juegan un papel importante en el funcionamiento del sistema de dirección porque se encargan de unir distintos elementos como la suspensión, los rodamientos y las terminales de dirección. Si escuchas ruidos irregulares al girar el volante, no dudes en visitar a tu mecánico lo antes posible, ya que podría provocar que pierdas el control. ¡No te arriesgues!
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Otro componente esencial relacionado con la dirección, que se debe revisar de forma periódica, son los rodamientos que conectan los neumáticos con el eje. Este es un conjunto de piezas de acero o rodillos que se unen a través de un aro metálico y su función principal es hacer que los neumáticos giren.
Pero, ¿cuándo es conveniente cambiar un rodamiento de rueda? Por lo general, su vida útil es de aproximadamente 150,000 kilómetros. Sin embargo, podrás percibir que se encuentran en mal estado porque emiten un sonido similar a un ronroneo a medida que aumentas la velocidad al conducir.
Ten en cuenta que el servicio menor y mayor son fundamentales para velar por el bienestar y rendimiento de tu vehículo. Con esto podrás prevenir que el sistema de dirección sufra averías que ocasionen daños más severos en tu vehículo.
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