La manera en que se distribuye la gasolina a las cámaras de combustión ha evolucionado con el paso del tiempo. Antes los vehículos utilizaban el carburador que generaba una explosión mediante la mezcla de aire y combustible para que el motor funcionara.
A principios de la década de los 90 el sistema de inyección reemplazó al carburador con el objetivo de mejorar el rendimiento del motor. Este componente traslada la cantidad de combustible correcta hacia las cámaras de combustión en el momento preciso para que el vehículo se movilice.
Para asegurar que el sistema de inyección se encuentre en buen estado, es esencial realizar chequeos periódicos. Asimismo, es importante prestar atención a las siguientes señales para conocer si existe alguna avería.
Pérdida de potencia: ¿Por qué mi carro la pierde repentinamente?
Una de las señales más evidentes de una posible falla en el sistema de inyección es la disminución de potencia al acelerar. Este problema suele presentarse cuando los inyectores están obstruidos o sucios, impidiendo que llegue suficiente gasolina a las cámaras de combustión.
Además de sentir el motor más débil, también podrías notar un aumento en el consumo de gasolina. Esto se debe a que el sistema compensa la falta de eficiencia inyectando más combustible del necesario. Si tu carro tarda en responder, pierde fuerza en subidas o sientes que no acelera como antes, es momento de llevarlo con un mecánico de confianza.
Humo negro: ¿Qué indica este tipo de color en el escape?
El humo negro en el escape de tu vehículo es señal de que la gasolina no se quemó correctamente durante el proceso de combustión. Si este es tu caso, te recomendamos visitar un taller especializado para que revisen los inyectores.
Fuga de gasolina: ¿Es una señal de que los inyectores están dañados?
Los inyectores que presentan un daño físico, como una grieta o fractura, suelen filtrar gasolina. Esto no solo representa una falla mecánica, sino también un riesgo para tu seguridad y la del vehículo. A continuación, te compartimos algunas señales que podrían alertarte de una fuga:
- Olor fuerte a combustible: Si percibes este aroma al encender o detener el carro, podría tratarse de una fuga activa.
- Manchas en el suelo: Pequeños charcos o goteos debajo del motor.
- Rendimiento inestable: El motor puede fallar, temblar o incluso apagarse de forma inesperada.
- Encendido difícil: Un sistema que pierde presión por fuga suele tardar más en arrancar.
- Disminución del rendimiento: El consumo se eleva sin razón aparente, afectando la eficiencia general.
Ante cualquiera de estos signos, lo mejor es acudir a un taller especializado para revisar el sistema y prevenir daños mayores.
Luz de fallo de motor: ¿Tiene relación con el sistema de inyección?
Cuando se enciende el testigo de check engine en el tablero, es posible que el sistema de inyección esté involucrado. Este indicador se activa ante múltiples fallas electrónicas o mecánicas, y una de las más comunes es una irregularidad en los inyectores.
La computadora del vehículo detecta variaciones en el suministro de combustible, en la presión del riel o en la eficiencia del motor, lo que activa la alerta. Aunque esta luz no siempre significa un problema grave, es recomendable acudir a un taller lo antes posible para hacer un escaneo y descartar daños en el sistema de inyección que puedan afectar el rendimiento general de tu carro.
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Estas son algunas de las señales que un carro suele mostrar antes de que las averías en el sistema de inyección se conviertan en una verdadera preocupación financiera. En el caso de notar algún fallo grave, contacta un servicio de grúa para visitar a tu mecánico y así evitar que el daño sea mayor.
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