¡Bienvenido a bordo! ¿Estás listo para convertirte en el capitán de tu propio barco? En este blog, nuestra misión es enseñarte a mantener tus emociones bajo control, tal como lo haría un líder experto navegando en medio de una tormenta. Descubrirás cómo la estabilidad emocional impacta de manera directa a tu bolsillo.
Enfrentar oleadas de emociones es un aspecto natural del humano, experimentamos desde euforia y alegría hasta tristeza, angustia y ansiedad que nublan nuestro juicio sobre el uso adecuado del dinero, sin embargo, al tener un mejor manejo de estas, podemos ser capaces de afrontar situaciones adversas con tranquilidad y tomar decisiones financieras con juicio y sensatez.
¿Listo para indagar en estas aguas, marinero? Entonces, sigue leyendo.
Conoce tu barco
Para navegar bien, debes entender tus fortalezas y debilidades. Eso significa conocerte a ti mismo, tus hábitos, y tus impulsos financieros. Puedes empezar por revisar al final del día si realizaste alguna compra impulsiva y qué sentiste en ese instante y cómo te sentiste después, también puedes pedirle a un amigo o familiar cercano que te describa y que mencione alguna acción particular cuando realizas compras.
Puede que te sorprenda escuchar una que otra franqueza, pero recuerda, es importante escuchar diferentes puntos de vista.
Mira el horizonte, no solo las olas
Cuando las preocupaciones económicas nos abruman, como los pagos de la tarjeta, un préstamo, colegiatura, entre otros, es fácil sentirnos ansiosos por el futuro. Esta sensación de incertidumbre puede hacer que te sientas en un estado de alerta continua, lo que dificulta la capacidad de pensar con claridad.
Bajo esta presión, tendemos a tomar decisiones impulsivas o apresuradas, ya sea por miedo o desesperación, llevándonos a cometer errores que afectan nuestras finanzas. Pregúntate qué tan seguido te sientes ansioso por las deudas o los pagos próximos, posterior, clasifícalas de mayor a menor y empieza un plan financiero.
Mantén el rumbo de tus metas
La disciplina es clave, al igual que establecer metas claras y específicas para llegar a dónde te visualizas, por ejemplo: En una casa nueva, o explorando un país extranjero e inclusive organizando tu boda, darles nombre a los objetivos te motivará a mantener el enfoque incluso cuando haya tentaciones de gastar.
La vida, como el océano está llena de incertidumbres, sin embargo, los buenos hábitos financieros serán tu brújula para no perderte en tu viaje hacia unas finanzas saludables.