Quizás pienses que es demasiado pronto para hablar del aguinaldo, pero la realidad es que, sin siquiera tenerlo en mano, muchos ya sienten una gran tentación de gastarlo desmesuradamente. No queremos decir que no debas disfrutar de ese ingreso; simplemente buscamos ser tu “Pepito Grillo”, susurrándote al oído que tomes decisiones inteligentes con tus finanzas.
Antes de idear maneras para acaparar todo lo que te gusta como ropa, salidas, aparatos electrónicos, y demás, sácale el máximo provecho a tu dinero con nuestros sabios consejos.
Deshazte de las deudas
¿Quién no quisiera empezar un nuevo año en blanco? Libérate de las cargas financieras que pesan en tu presupuesto como las cuotas de los préstamos, pagos de tarjeta, colegiaturas y otros. Puede que no logres cancelarlas todas a la vez, pero será una gran ventaja que te ayudará a pagar a tiempo por los próximos meses y sentirás como la tranquilidad invade tu mente y bolsillo.
Enlista tus prioridades
Identifica qué es realmente importante cubrir y qué cosas son solo antojos. Probablemente ya sea hora de darle una mano de pintura a la casa, o actualizar tu guardarropa, o realizar la compra de las llantas del carro que has venido retrasando.
Reflexiona en cómo ese ingreso extra puede ayudarte a cumplir metas más grandes, como un viaje, un curso o incluso empezar un fondo de emergencias.
Ahorra
Cada lempira que ahorres hoy puede acercarte a tus metas de corto o largo plazo. Ten en cuenta que ahorrar no significa renunciar, sino, darle propósito a tu dinero y convertirlo en un aliado para alcanzar tus metas. Aunque empieces con poco, verás cómo con disciplina y visión ese esfuerzo rinde frutos.
Para esta ocasión, te sugerimos el método 50/30/20, el cual consiste en dividir tu ingreso en tres partes:
- 50% para tus necesidades básicas: Alimentación, alquiler, pago de servicios, etc.
- 30% para tus gastos personales.
- 20% lo guardas.
Disfruta el presente, pero no pierdas de vista el futuro que puedes construir si comienzas ahora.
Invierte y optimiza
Esta es tu señal para que empieces tu propio emprendimiento, convierte una habilidad o hobby en un proyecto que te dé frutos a largo plazo. Por ejemplo, si siempre has sido bueno con la tecnología o arreglas computadoras, ¡ofrece tus servicios! Sé visionario e imagina como un pequeño paso hacia este nuevo reto puede traerte numerosos beneficios.
O bien, invierte en tu educación y desarrollo profesional. ¿Quién dijo que hay una edad para entrar a la universidad? Retoma tus estudios si tuviste que pausarlos, opta por una maestría que te genere un impacto en tu CV o aprende un nuevo idioma.
Todo en la vida es cuestión de balance. Date ese gustito que te mereces con tu aguinaldo, pero sin olvidarte de tu yo del mañana. Si te organizas y te enfocas en tus metas, no solo disfrutarás el momento, también tendrás la tranquilidad de que tus finanzas van por buen camino.